Jólakötturinn el gato Yule

En las lejanas montañas de Islandia, muy al norte, hay un lugar al que nadie se atreve a ir. No hay caminos, solo caminos desgastados por los pies de las ovejas y algunas otras criaturas. Hay acantilados escarpados y partes rocosas, todas llenas de cuevas y lugares escondidos. Este es el hogar de un troll problemático y terrible, su nombre es Gryla, una criatura mitad ogro mitad troll. Ella y su esposo troll Leppalúði viven en los campos de lava de Dimmuborgir con sus hijos.

Como la mayoría de los trolls, era mala y malhumorada. Babeaba y resoplaba, olía mal y en general era desagradable en todos los sentidos. Pero también era conocida en el mundo troll por ser una cocinera maravillosa. Otros trolls inventaban cualquier excusa para visitarla y quedarse a cenar, a menudo solicitando un plato en particular, su especialidad, el famoso estofado de niños malos.

Pasó la mayor parte de su tiempo buscando y recolectando el ingrediente principal de su famoso estofado: los niños malos. Buscó a los más vagos que no hacían las tareas del hogar, les daban problemas a sus padres o eran malos con otros niños. Gryla tenía una habilidad especial para encontrar a estos niños. Tiene trece orejas a cada lado de la cabeza, lo que le dio un excelente oido, incluso a distancias muy lejanas.

Gryla a menudo no podía llegar a todos los niños malos porque los días en Islandia son muy cortos en verano. Cualquier troll atrapado en la luz del sol se convertiría en roca, por lo que solo podia moverse durante las pocas horas de oscuridad cada noche. Para todos esos niños perezosos a los que no podían llegar, Gryla escribía cuidadosamente sus nombres para poder encontrarlos y robarlos durante las largas noches de diciembre o mandaba a sus trece hijos, conocidos como los Yule Lads, ya que llegaban a las aldeas en Navidad.

Cuando Gryla bajaba por los niños a las aldeas, a menudo se la veía a la luz de la luna arrastrando un saco, seguida de cerca por un gato gigante y aterrador, que tenía una manera muy especial de olfatear a los niños más perezosos.

Gryla siempre lo enviaba a robar lana para no tener que esquilar sus propias ovejas. El gato estaba atento a las bolsas desprotegidas y robaba tantas como pudiera. pero tambien se dio cuenta de que todos los que trabajaron la lana en hilo o tela fueron recompensados con ropa nueva justo antes de Navidad, asi que el gato de Gryla le gustaba encontrar a los niños que no recibieron ropa nueva, porque eran los más vagos. Debido a esto, pronto se hizo conocido como Jólakötturinn, El Gato Yule.

Esta bola de pelos gigante solo sale de su cueva en diciembre y si de casualidad no tienes ropa nueva, te comerá y ni hablemos si te has portado mal en todo el año, son los bocadillos favoritos de Jólakötturinn.